LECCIÓN 1. MÓDULO 2C.

Soy una persona mediadora lúdica

Esta primera lección, compuesta por dos estaciones, nos invita a reflexionar acerca del rol de una persona mediadora lúdica, con un énfasis en el lugar que ocupa y su responsabilidad con las familiaS. Posteriormente, seguimos avanzando nuestro viaje y en la segunda estación profundizamos el rol, pensando en las cualidades y destrezas que requieren ir desarrollando y considerándolo como una meta clara hacia la formación en mediación lúdica familiar.

Es importante considerar que este rol fue validado nacionalmente y evaluado a través de la creación del Modelo Somos Familia (2007), por lo que incorpora el aprendizaje obtenido en campo con la Dirección Nacional CEN-CINAI.

¡Sin más demora, comencemos!

Estación 1

El rol de la persona mediadora lúdica

La mediación lúdica se puede definir como toda acción que busca intervenir el ambiente para aumentar las posibilidades de jugar. Esta es una tradición que empezó a desarrollarse en la década de 1940, debido a la necesidad de recuperar los espacios de juego libre. Países como Gran Bretaña, Japón, Alemania, Rumanía y Escandinavia la han adoptado, procurando así que los espacios relacionados con el desarrollo de las niñas y los niños (ej. centros infantiles, centros educativos, clubes, actividades de tiempo libre) contemplen el juego libre.

Entonces, el rol de la mediadora o mediador lúdico es proveer de las condiciones necesarias para que el juego libre se dé. En muchísimos casos, el principal motivo para que las condiciones no estén dadas, es la falta de consideración de los derechos de las niñas y los niños por parte de las personas adultas. En este sentido, las mediadoras y mediadores lúdicos suponen una figura que alza la voz por las niñas y los niños que no han sido escuchados.

Para nuestros fines, en la aplicación del Kit-Somos Familia, las personas mediadoras lúdicas aprovechan el juego como herramienta pedagógica orientada a trabajar el tema de crianza, así como a proveer un encuentro empático y respetuoso entre las personas adultas y las niñas y los niños.

En este sentido se busca que las personas mediadoras realicen las siguientes acciones:

  • Proponer diversidad de actividades.
  • Propiciar la libertad de las niñas y los niños para decidir qué hacer.
  • Atender a las señales que les inviten a jugar con ellas y ellos.
  • Apoyar a las niñas y niños en retos personales.
  • Mostrar comprensión y mantener la confianza del grupo.
  • Ser paciente y mantener la calma.
  • Promover la inclusión y ayudar a las niñas y los niños a ser inclusivos entre sí.

Antes de implementar espacios de mediación lúdica es importante que tanto las personas que van a asumir este rol, como las instituciones para las que laboran, se dispongan a vivir un proceso de reflexión que no sólo le dé lugar a la Crianza Respetuosa como una meta, sino que también se abran al estilo de relación que propone está estrategia pedagógica. En este sentido, el rol de mediar tiene como objetivo un acercamiento sensible, compasivo y transformador para las personas adultas de las familiaS, para las niñas, los niños y también para las personas que median.

A continuación se especifican algunas consideraciones que se requieren para ir integrando este estilo de mediación. Te motivamos a reflexionar sobre cuáles ya están presentes en sus espacios laborales y cuáles requieren trabajarse.

  • El personal reconoce y reflexiona sobre la influencia de su historia personal en el trabajo directo que realizan con las familias. Específicamente, en relación con los temas de crianza respetuosa, disciplina positiva, la autorregulación y la empatía interpersonal.
  • El personal identifica el trabajo con las familias como parte de su bienestar personal-laboral.
  • El personal asume sus propias necesidades de escucha, apoyo y soporte emocional como condiciones que fortalecen el trabajo que realizan con las familias, por lo que les dan el espacio requerido.

Si encontraste algún punto que considerás necesita más profundización, te invitamos a idear diferentes estrategias para trabajarlo.

Estación 2

Perfil de la persona mediadora lúdica

Es difícil definir todas las características que identifican a una persona mediadora en un encuentro lúdico con familiaS, ¡son muchísimas acciones al mismo tiempo, en su mayoría intangibles! A la vez, es muy importante reconocer sus competencias para el trabajo directo con las familiaS. Por lo tanto, a continuación se describen algunas de las habilidades o destrezas, con un especial énfasis en Crianza Respetuosa.

Para una descripción más detallada de estas competencias podés revisar el siguiente documento: Kit Somos Familia 

Integrando conocimiento

Te instamos a leer con atención la actividad “El letrero familiar”, que forma parte del Kit-Somos Familia, y a guiarte con las preguntas generadoras para identificar cuáles de las competencias de las personas mediadoras lúdicas son esenciales para su implementación.

  • ¿Qué retos se podrían presentar durante esta actividad? ¿Cuáles competencias podrían ayudar a mediar esos retos?
  • ¿De qué maneras podría modelar la afectividad durante la elaboración de estos letreros?
  • ¿Cómo se podría poner en práctica la competencia metodológica “investigación-acción” durante esta actividad?

“La gente olvidará lo que les dijiste, incluso lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo les hiciste sentir.”

–Maya Angelou

Inspiradas e inspirados por esta frase de Maya Angelou, pasamos a la siguiente lección, no sin antes reafirmar que el rol de la persona mediadora lúdica es modelar el tipo de relación que caracteriza a la Crianza Respetuosa, una en la que se promueve la validación de emociones, la afectividad y la compasión.